Se me ocurren varios gallegos a los que la serie Rapa no va a gustar. Son los mismos que, si alguien comenta el mal tiempo que hace en Galicia, responden que sí, que llueve mucho y que es arriesgado pasar unos días de verano allí. “Mejor Santa Pola, dónde va a parar”, añadirán incluso.
Hay gallegos que, por eso de mantener la esencia, no quieren que Galicia se ponga de moda (más) y Rapa no ayuda. Los hermanos Coira, creadores de la serie, ya demostraron con Hierro su capacidad para generar deseo de viajar a los lugares en los que ruedan. Esta vez, la trama del thriller se centra en una pequeña población costera de la provincia de A Coruña, Cedeira. Los fabulosos planos que vimos del Atlántico con Hierro se repiten aquí. También la pareja protagonista es consistente, tiene feeling y engancha. En Hierro, unos estupendos Candela Peña y Darío Grandinetti, aquí Javier Cámara y Mónica López, secundados por muchos y muy buenos actores gallegos.
Decía Hitchcock que el suspense se produce cuando el espectador tiene más información que los personajes. En Rapa se desvela quién es el asesino en el primer capítulo, cada intriga que se plantea se resuelve casi en la siguiente secuencia. Puedes hacerte una idea de los porqués bastante antes de que concluya pero el guion, la factura, los personajes y los paisajes hacen que quieras verla hasta el final.
Javier Cámara pasó tres meses viviendo en Cedeira para rodar la serie. A media estancia tuvo que volver a casa a completar la maleta porque solo se había llevado ropa de abrigo y lluvia y se encontró con “un verano que acabó el 15 de noviembre”. ¡Ay, Javier, qué necesidad había de contarlo!
*Puedes ver Rapa en Movistar+.