A veces, vas al teatro a ver qué te cuentan y, sin saber exactamente cómo, entras en una ficción más real que la vida. A veces, dejas de estar sentada en una butaca para formar parte de un juego. Sucede muy poco y es de las cosas más serias que le pueden pasar a una.
En La voluntad de creer todo fluye. Los monólogos profundos, los diálogos hilarantes, los cambios de escena, de vestuario… Nunca llegas a diferenciar realidad y ficción, pero todo es auténtico. La voluntad de creer es tal que hasta los milagros resultan verosímiles.
Seis fantásticos actores que son seis jugadores más de la partida. Con mucho talento y todavía más oficio. Texto existencialista de Pablo Messiez que deja huella en la memoria y en el cuerpo. Una de las declaraciones de amor más bellas con solo palabras y una línea recta. Contrapunto algo caricaturesco pero eficiente y necesario para distender en una de las hermanas. Selección musical impecable. Los creyentes de Messiez ya esperamos la siguiente.
*La voluntad de creer permanecerá en la Sala Max Aub de las Naves del Español hasta el 23 de octubre.