Primera consigna para madres primerizas: tu hijo nunca duerme cuando quieres que duerma. Segunda: las raras veces que quieres que despierte (por ejemplo cuando tienes el pecho a punto de estallar por la leche) no lo hace. Del mismo modo, pasará una noche horrible cuando al día siguiente tengas lío, pero te dará una tregua si lo que te espera es una mañana relajada.
Están hechos para no llevar la contraria a la Ley de Murphy.
La noche anterior a nuestras entradas para ARCO, minicultureta se portó como cabía esperar. Múltiples despertares y escasas horas de sueño. Mis ojeras le dijeron a maridoJ: “Lo siento, no vamos”. Pero cuando eres madre compruebas también un curioso fenómeno (y aquí viene la tercera consigna): cuanto más claro tienes algo, más rápido un bebé de cinco meses te hace cambiar de opinión. Es directamente proporcional. Unos cuantos lloros y contorsiones en la hamaca y te dices: “En la calle, la situación no puede empeorar. Nos vamos a Arco”.
Un carrito con plástico para la lluvia (porque sí, llueve -de nuevo Murphy-), una entrada triunfal en el maxicosi y unos cuantos lloros de camino después llegamos a Ifema. Con pocas esperanzas, muy pocas, la verdad.
Las expectativas eran tan bajas que poder ver uno de los dos pabellones de la feria decentemente nos pareció un éxito. Vaya por delante que esta madre cultureta no entiende de arte y le parece extremadamente complicado vivir de ello. En esta feria siempre disfruto más de los muertos -véase Chillida, Rivera, Zóbel- que de los vivos. ARte uno, COntemporáneo cero.
*La Feria de Arte Contemporáneo -Arco- se celebró en Madrid del 23 al 27 de febrero de 2022.