Vaya por delante que si tienes dos hijos y queréis ir dos adultos con ellos esta exposición del pintor austríaco te costará 54 euros. Datos de interés: no verás ni un solo cuadro original de Klimt y la visita dura sobre hora y media -90 minutos de niños entretenidos-. Si estás valorando si la inversión en la inmersión te sale a cuenta, sigue leyendo.
Prometen los organizadores que te vas a sumergir en la Viena de principios de siglo XX y vas a vivir en primera persona la evolución de la obra de Klimt y de su mundo. Tras pasar por algunas explicaciones en los clásicos paneles llega el plato estrella: 1200 metros cuadrados de pantalla de realidad digital inmersiva. Al visitante le envuelven las pinturas de Klimt y los edificios que decoró. No queda un resquicio libre de color, de movimiento, de música. 30 minutos de puro entretenimiento visual y sensorial que hará feliz a cualquier instagramer.
Siguiente sala: espacio interactivo en el que conviven un fotomatón con el que tu cara acaba protagonizando un cuadro de Klimt, El beso descompuesto en varios planos y unos folios en los que puedes escribir lo que se te ocurra que aparecerá, por efecto de la magia y las nuevas tecnologías, en una pantalla gigante que representa la Viena de 1900. Todo muy kitsch.
Última sala: gafas de realidad virtual para entrar en los cuadros de Klimt y sumergirte en las geometrías doradas y las flores que han hecho reconocible al pintor.
Y sí, los niños se excitan con tanto color, tanto juego y tanto brillibrilli mientras tú acabas algo mareada lamentando una oportunidad perdida. Tanta tecnología puesta al servicio de algo meramente visual -multisensorial lo llaman- cuando se podría conseguir algo más reposado y didáctico.
*Puedes visitar la exposición Klimt, Experiencia inmersiva hasta el 29 de mayo de 2022 en la Nave 16 del Matadero, en Madrid.